El pasado 15 de agosto salio un articulo en el periódico Hoy, acerca de las actividades realizadas por los estudiantes que toman las catedras de Epidemiologia, Medicina Preventiva y Comunitaria.
El doctor Goldny A. Mills Brads Haw, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Central del Este (UCE), dijo que en bateyes como La Yeguada, sus pobladores deben utilizar sus propios mecanismos de defensas contra la rabia, una de las principales enfermedades predominantes en su espacio.
“La gente utiliza alcanfor”. Los colocan alrededor de la vivienda, para alejar a los hurones”, explica, pues han tenido que aprender a convivir con estos pequeños, pero peligrosos animales. Debido a la necesidad que en materia de salud tienen estas personas, la UCE envía a sus estudiantes de término de la carrera de medicina a prestar sus servicios allá.
Goldny, quien es además profesor de Epidemiología y Medicina Preventiva de esa universidad, señaló que todos los estudiantes de su materia -dominicanos y extranjeros- deben visitar por ocho meses estas zonas, realizando actividades de prevención como charlas, jornadas de vacunación, entregas de vitaminas y calcio a niños y mujeres embarazadas, entre otras.
“Tener un 98 en la materia y no tener una asociación directa con estas personas es como no hacer nada. El estudiante debe convivir con estas personas. No solo deben usar la computadora, sino que deben venir aquí, para que se humanicen. Hasta que no se involucren, no pueden pasar la materia”, aseguró.
Mills subrayó que también se busca que los jóvenes de estas comunidades “que se pasan sus días en las esquinas vendiendo drogas, vean a éstos como ejemplo y quieran ser como ellos”.
El catedrático sostuvo que la acción que realiza la UCE es una fórmula de ir reduciendo la barrera que hay entre la salud y la distancia de la población. “Mientras más lejano es el sitio, ahí debe estar el brazo armado de la universidad”.
“El bateyero nos ve como el enclave entre la universidad y él. Como el negro que llegó. Por eso siempre trato de nunca fallarle a esta gente, a mi segunda casa”, subrayó el encargado de Salud Pública de esta Casa de Estudios.
Además de trabajar en aproximadamente doce de los más de 50 bateyes que tiene San Pedro, Goldny señala que trabajan también en otras comunidades de la región Este del país.
El Iguamo I, El Cayacoa, Monte Largo, Honduras, son solo algunos de los bateyes que reciben la asistencia de los estudiantes de la UCE.
El doctor Goldny A. Mills Brads Haw, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Central del Este (UCE), dijo que en bateyes como La Yeguada, sus pobladores deben utilizar sus propios mecanismos de defensas contra la rabia, una de las principales enfermedades predominantes en su espacio.
“La gente utiliza alcanfor”. Los colocan alrededor de la vivienda, para alejar a los hurones”, explica, pues han tenido que aprender a convivir con estos pequeños, pero peligrosos animales. Debido a la necesidad que en materia de salud tienen estas personas, la UCE envía a sus estudiantes de término de la carrera de medicina a prestar sus servicios allá.
Goldny, quien es además profesor de Epidemiología y Medicina Preventiva de esa universidad, señaló que todos los estudiantes de su materia -dominicanos y extranjeros- deben visitar por ocho meses estas zonas, realizando actividades de prevención como charlas, jornadas de vacunación, entregas de vitaminas y calcio a niños y mujeres embarazadas, entre otras.
“Tener un 98 en la materia y no tener una asociación directa con estas personas es como no hacer nada. El estudiante debe convivir con estas personas. No solo deben usar la computadora, sino que deben venir aquí, para que se humanicen. Hasta que no se involucren, no pueden pasar la materia”, aseguró.
Mills subrayó que también se busca que los jóvenes de estas comunidades “que se pasan sus días en las esquinas vendiendo drogas, vean a éstos como ejemplo y quieran ser como ellos”.
El catedrático sostuvo que la acción que realiza la UCE es una fórmula de ir reduciendo la barrera que hay entre la salud y la distancia de la población. “Mientras más lejano es el sitio, ahí debe estar el brazo armado de la universidad”.
“El bateyero nos ve como el enclave entre la universidad y él. Como el negro que llegó. Por eso siempre trato de nunca fallarle a esta gente, a mi segunda casa”, subrayó el encargado de Salud Pública de esta Casa de Estudios.
Además de trabajar en aproximadamente doce de los más de 50 bateyes que tiene San Pedro, Goldny señala que trabajan también en otras comunidades de la región Este del país.
El Iguamo I, El Cayacoa, Monte Largo, Honduras, son solo algunos de los bateyes que reciben la asistencia de los estudiantes de la UCE.
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